La Comisión de Aviación exige el uso de cascos en los vuelos tras un peligroso incidente de turbulencia

WASHINGTON / OSTENDE — En una medida de seguridad innovadora, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) ha emitido un nuevo mandato que requiere que los pasajeros usen cascos durante los vuelos, citando el aumento de incidentes de lesiones relacionadas con turbulencias.
La decisión se produce tras un incidente reciente a bordo del vuelo DL56 de Delta Air Lines, que cubría la ruta Salt Lake City-Ámsterdam. El incidente provocó fuertes turbulencias sobre Wyoming, lo que provocó la hospitalización de 25 pasajeros y lesiones a varios tripulantes. Los expertos señalan un aumento alarmante de las turbulencias en aire despejado, ahora un 55 % más frecuentes que a finales del siglo XX, debido a la inestabilidad de las corrientes en chorro relacionada con el cambio climático.
Los funcionarios de la OACI argumentan que los cascos ofrecen protección adicional, además de los cinturones de seguridad. Si bien los expertos ya recomiendan mantener los cinturones abrochados, las lesiones en la cabeza siguen siendo un riesgo significativo, especialmente cuando los pasajeros o la tripulación de cabina que no los llevan puestos son lanzados a los compartimentos superiores o a los pasillos. Citando una investigación de la Oficina Australiana de Seguridad en el Transporte que demuestra que los cascos bien ajustados pueden reducir los traumatismos craneoencefálicos en accidentes de aviación a baja altura, la OACI afirmó que esta medida representa el siguiente paso lógico para los aviones de fuselaje ancho.
A partir de enero de 2026, todas las aerolíneas internacionales deberán distribuir cascos ligeros y resistentes a los impactos a los pasajeros en las cubiertas de asientos. Las aerolíneas también deben capacitar a las tripulaciones de vuelo para que les ayuden a ajustar correctamente los cascos y les expliquen su uso durante los avisos de turbulencia. La normativa fomenta el desarrollo de cascos compactos, posiblemente integrados en los reposacabezas o en los compartimentos superiores de los asientos.
Sin embargo, los críticos no tardaron en expresar sus preocupaciones. Los ejecutivos de las aerolíneas citaron dificultades logísticas, el aumento del tiempo de embarque y la resistencia de los pasajeros. Un representante de la Asociación de Pilotos de Aerolíneas de EE. UU. calificó la idea de "bien intencionada, pero surrealista".